Nos abastecemos de la mejor materia prima argentina y también de otros países productores de las mejores castañas. Las seleccionamos y pelamos a mano una por una, las confitamos en forma casera y artesanal. No existen maquinas para todo este proceso ya que la fragilidad de la fruta no permite otro tratamiento. Las envasamos sin conservantes artificiales.
Con delicadas manos femeninas podemos asegurar el buen trato sobre esta fruta, para que pueda llegar al consumidor de forma óptima y pueda ser una experiencia agradable al paladar y regocijar a todo el cuerpo, no solo por su exquisito sabor, sino también por sus importantes propiedades nutricionales.
Todo este proceso para la obtención del producto final es largo y muy laborioso, pues ya decían nuestros antepasados que el ingrediente mas importante es la PACIENCIA. Algunos autores han descripto este proceso como el de desnudar a una GHEISHA, debido a la similitud del proceso de pelado de las distintas cáscaras que recubren al fruto de la castaña y la complicación del proceso para obtenerla y dejarla lista para confitar y luego poder disfrutarla.
Pero más paciencia se necesita para cocerla y conseguir hacerlo sin que se rompa, para luego ir concentrando lentamente los almíbares uno y otro hasta conseguir un fruto suave, delicado, con el gusto característico de la castaña y lograr la más alta calidad para seducir los paladares mas exigentes y de aquellos especialistas que usan nuestros productos para sus preparaciones.
Habiendo abordado el mercado internacional realizando exportaciones a distintos países, hemos pasado estrictos controles de calidad de las distintas autoridades sanitarias donde hemos sido recibidos obteniendo los permisos necesarios para la comercialización de nuestros productos en el exterior, motivo que nos llena de orgullo por la valoración y reconocimiento que se hace de la calidad alcanzada por todos los que trabajamos en MAGLA.